viernes, 19 de septiembre de 2008



Que soledad la del príncipe sin
reino
La del sacerdote sin
Dios
La del sabio sin
razón

viernes, 12 de septiembre de 2008

Recuerdo que...



... Un hombre muy sabio me dijo una vez,
que la religión es para los viejos,
que ya han vivido y no les queda más que morir,
pero no al resto que aún deben vivir.
Para que pasarte la vida pensando,
ya llegará la muerte y te responderá, con un
susurro al oído, o no...

viernes, 5 de septiembre de 2008

Un nuevo horizonte

Tienes razón Lulú, una tarea pendiente es volver a postear ( por cierto en tu perfil no sale tu blog, y no lo tengo guardado, de manera que me resulta complicado ir allí).



Hoy, más bien, esta noche, es una de esas en que no encuentro ningún sentido a mi vida. Tengo esa sensación de estar perdiendome muchas cosas, y el tiempo, no sobra.


Pero hay cambios, y me gustan los cambios, me voy relativamente lejos a estudiar,
a Tarraco, de alquiler en una habitación. Tendré cierta libertad,
podré invertir mi tiempo en explorar la ciudad,
sus alrededores, sus ruinas, sus entrañas, conoceré
( espero) a gente....


Me gustan los cambios, y cambiar de aires me sentará bien.
Tal vez allí encuentre más sentido a mi vida.

lunes, 16 de junio de 2008

...



Me perdí en mi universo

pero,

no encontré respuestas.



martes, 15 de abril de 2008

Nuevo Mundo



¿Qué darías tú por un nuevo Sol?


Un nuevo mundo por explorar, en el que cada rincón se oculta un secreto.


Y tus pasos te pueden llevar allí donde ni siquiera te atreviste a soñar


Donde el hambre de saber y la curiosidad son intrínsecos de todos los seres.


Al igual que un respeto que mantiene un frágil pero mágico, equilibrio.


¿Qué darías tú por un nuevo Sol?

miércoles, 12 de marzo de 2008

¿Porqué no?



Se dice que los seres humanos de nuestros días han perdido la capacidad de sentir, o al menos la reprimen, la mayoría, no todos claro, yo lo veo así, la humanidad se ha vuelto muy fría, muy impersonal, como las maquinas que le rodean.


Pero, tal vez se pueda dar marcha atrás, volver a cuando el ser humano “sintonizaba” con el mundo que le rodeaba, volver a sentir, a considerar como iguales a todos los seres vivos y respetar el mundo y sus habitantes, pues no somos dueños, ni amos, solo inquilinos.


Quizá sea más fácil de lo que parece volver a esa situación, acaso cuando uno es feliz, ¿no contagia la felicidad?, cuando a alguien le saludan por la calle, aunque sea un desconocido, le desean buenos días, y además le miran a los ojos, cuando recibe una oportunidad, le ayudan sin pedir nada, no se siente como arropado, por el calor de la humanidad, ¿no se siente uno mejor cuando hace lo que es correcto, o al menos lo que así cree? Si en el fondo es tan fácil, no nos acomodemos, esperando que lo recibamos, comencemos por darlo, ofrecerlo, y así, como el caer una tras otra las piezas del dominó, se irá contagiando.

Si en el mundo no se ve felicidad, creámosla.

Si no queda esperanza, destiladla, embotelladla y tiradla al mar, para que un náufrago la encuentre, y se embriague con tal ambrosia.

sábado, 20 de octubre de 2007

La luz en el horizonte

Nunca os habéis sentido perdidos, sentido una desesperación por no encontrar un camino, una luz a la que seguir, una estrella en el firmamento que os ayude a guiaros.

Nunca os habéis sentidos solos, con un frío que recorre vuestro cuerpo, y no encontrabais un buen fuego.

Pues hoy todo a cambiado, pues siguiendo una tenue luz en la niebla, habéis encontrado El Faro, cuando yo he buscado ayuda, nunca la encontré, pero vosotros si que la tendréis, el faro os la dará.

Siéntate entonces viajero, aquí cerca del fuego de mi chimenea, y explica que te ha traído hasta mi humilde morada.