Nunca os habéis sentido perdidos, sentido una desesperación por no encontrar un camino, una luz a la que seguir, una estrella en el firmamento que os ayude a guiaros.
Nunca os habéis sentidos solos, con un frío que recorre vuestro cuerpo, y no encontrabais un buen fuego.
Pues hoy todo a cambiado, pues siguiendo una tenue luz en la niebla, habéis encontrado El Faro, cuando yo he buscado ayuda, nunca la encontré, pero vosotros si que la tendréis, el faro os la dará.
Siéntate entonces viajero, aquí cerca del fuego de mi chimenea, y explica que te ha traído hasta mi humilde morada.